Los cuentos de La casa del orgullo están situados en las islas
Hawai, donde “la tierra y el mar respiran por turno”. Sin embargo, en
este paraíso el hombre blanco ha propagado “la palabra de Dios” y “la
palabra del Ron”, ha introducido un rígido sistema de explotación
económica y de segregación racial, y ha traído, sobre todo, enfermedades
desconocidas y fatales como la lepra, “la marca de la bestia”.