Diccionarios

No son iguales todos los diccionarios. No todos encierran los mismos tesoros, las mismas palabras y tampoco las mismas definiciones. Hace poco cambié el diccionario de mano que tenía siempre cerca por otro. Estaba leyendo una novela de Benjamin Black (John Banville) y quise buscar palabras que surgieron en sus páginas y que el autor usaba de manera brillante e inusual. Palabras que conocemos, que usamos y que no nos resultan raras. Truculento, esporádico. Usaba un diccionario de Espasa. Hallé estas definiciones:
Esporádico: Ocasional, que se produce con poca frecuencia y de forma separada.
Truculento: Excesivamente cruel o atroz.
A veces consulto, en su página de internet, el diccionario de la Real Academia Española. Lo hice aquel día. Quería confrontar, poner a prueba. Y decidí cambiar de diccionario de mano y elegir el que veis a la izquierda. Aquí tenéis las definiciones:
Esporádico: Dicho de una cosa: Ocasional, sin ostensible enlace con elementos antecedentes ni consecuentes.
Truculento: Que sobrecoge o asusta por su morbosidad, exagerada crueldad o dramatismo.
La primera definición me ganó por su eco filosófico y la segunda me impelió a salir en busca del diccionario de la RAE, porque además de clarificar suministraba imaginación, algo de poesía, incluso belleza mientras determinaba cómo hay que usar la palabra.