Benjamin Black: Los lobos de Praga

    




   Libro muy centrado en los avatares quizá demasiado novelescos de un personaje que va a la corte y vive aventuras un tanto cinematográficas, con un final que no es demasiado crítico ni potente, tiene Los lobos de Praga sin embargo la pluma de John Banville, el dueño del estilo de Black y el otro yo de este seudónimo (o es al revés, qué más da), y eso convierte a la novela en algo nada vacuo, pues no hay una sola página que no tenga la brillantez y la creatividad del que muchos consideran el mejor escritor vivo. Esto hace que la novela sea entretenida, que la investigación no resulte forzada ni hueca, y que los personajes estén mostrados con mano segura, aunque abundan los lugares comunes y los arquetipos, de los que Black se vale con inteligencia y sin demasiado esfuerzo, concentrado quizá en la prosa envolvente, plena de una excelente adjetivación que no se ve apenas en ningún otro lado con tal creatividad y adecuación, y para el lector exigente no deja de ser un respiro entre dos lecturas más serias mas no es ningún caso una pérdida de tiempo, pues nada en manos de Banville es gratuito ni desdeñable. Vuelta a las aventuras, a los romances oscuros, a los castillos y a los malos que se gustan siendo malos: un lago transparente a cuyo fondo hay una voz inigualable y fascinante.