Lev Tolstói: De las memorias del príncipe D. Nejliúdov. Lucerna

   


   Un músico callejero toca cerca de un hotel para unos ricos y estos no le dan ni una mísera moneda. El narrador, que presencia la escena y es el único que le da algún dinero, se siente arrebatado por una rabia imperiosa y busca al músico cuando éste ya se retira y lo invita a beber vino en el lujoso hotel. Muy enfadado por la actitud de los ricos desdeñosos, por las burlas de los camareros, por el temor del propio músico que parece encogerse aún más cuando está siendo bien tratado, Nejliúdov se muestra ofendido y sale a pasear, una vez solo, y medita acerca de la sociedad en que vive, piensa en el hombre y en la libertad, en la igualdad y en las preocupaciones de los ricos y de los pobres para alzar después su pensamiento al cielo y comprender que en las contradicciones habita el alma humana. 
   Las preocupaciones de Tolstoi laten en este relato con grandes descripciones y con un uso soberbio de la primera persona, y su humanidad entera y prodigiosa agiganta las meditaciones del personaje, ennsancha las dudas y las respuestas, para dejarnos una frase inolvidable: ¿Quién conoce una situación en la que no estén presentes al mismo tiempo el bien y el mal?