Sánchez Gordillo (Los pobres)




Me dice Luis Castillo que está con Sánchez Gordillo, que quizá hasta acuda al encuentro de la marcha por Granada y se sume a ella. Estoy con los pobres, estoy con los engañados, estoy con la gente a la que le quitan para seguir dándoles a los ricos, añade. Y creo que hay que salir a la calle y dar la cara. ¿Te imaginas -me pregunta - lo que sería ver en las calles, juntos y unidos, todos a una, a los parados de España? Así no habría dudas de cuántos son, no habría dudas de que pasan faltas y necesitan, piden activamente ayuda. Obligarían a cambiar muchas cosas, estoy convencido, concluye. Y yo me quedo pensando en autores como Aldecoa, Fernández Santos, García Hortelano, que acaso saldrían a las calles y se sumarían a los grupos de protesta pacífica. Menciono esos nombres y Luis Castillo medita en voz alta: Qué lástima que haya tanta pasividad, tanto intelectual falso y vendido, tanto tipo empeñado en mirarse el ombligo. Siempre lo ha dicho mi padre: Este es el país de Sálvase quien pueda. ¿Sabes, Paco? Hemos pasado del capitalismo hedonista a otra cosa en la que ya la gente solo se necesita como las piedras para hacer camino. Y por el camino avanzan los poderosos, y pisan, y aplastan, y cada piedra es un trozo inútil de nada. Lo de Sánchez Gordillo abrirá ojos, creo, y por eso lo están criminalizando tanto: se ha salido de la senda marcada, se ha vuelto incómodo, suelta verdades como puños, irrebatibles. Ya no hay excusas, Paco: y el que llore después, que recuerde si antes ha salido a luchar antes de perderlo todo.  


Foto: Willy Ronis

Francisco Umbral y José María Merino

Repaso páginas de Un carnívoro cuchillo, de Umbral, y pienso que los mejores prosistas de nuestras letras recientes son él y José María Merino. 

Entradas

No me gusta publicar con frecuencia regular (y forzada) en los blogs porque no son para mí un trabajo y porque no me gusta escribir tonterías solo para salir del paso.