Este libro no lo explica
todo. Ningún libro sobre el tema podría explicarlo todo. Se necesitaría
seguramente una enciclopedia, pues hay tantos testimonios, tanta
variedad en la casuística ovni que no creo posible meter en un solo volumen una
explicación a un fenómeno cuyo nacimiento acaso se remonte al momento del inicio
de la con(s)ciencia del ser humano, o incluso a mucho antes. Pero sí plantea
este libro una teoría que se vale de un gran número de casos estudiados y de un
enfoque unitario y atrevido que lo convierten en una rara avis, en un trabajo
absolutamente imprescindible aquí y ahora, te guste el tema de los ovnis o pases
de él tajantemente, pues en la última página del volumen se llega a
conclusiones que nos afectan a todos. José Antonio Caravaca se ha convertido en
el estudioso de los ovnis de referencia en España, en el más concienzudo,
perseverante, razonador, valiente y atrevido de todos los investigadores de la actualidad (lo afirmo sabiendo de qué hablo,
creo, ya que desde que desde muy niño veía los programas de Jiménez del Oso en
televisión no me he alejado nunca de la indagación y del seguimiento de todo lo
relacionado con lo ufológico). Analiza y clasifica, monta una teoría que es de
apabullante lucidez y sentido común, no se conforma, no traga con las versiones
oficiales ni con las más aceptadas y levanta una explicación plausible y
defendible que quizá toca el límite de lo que hoy en día puede ser entendido
con nuestros sentidos, nuestra mente y nuestra intuición, además de con la inestimable
ayuda de la informática de este siglo XXI. Domina tanto la materia Caravaca que
se atreve a rectificar a los más insignes nombres de la ufología, a refutarlos,
y sale bien parado del empeño, algo de lo que ningún otro investigador puede presumir
en nuestra piel de toro, tan propensa a cabezazos y cornadas egoístas y ciegos. Y lo hace casi
borrando a muchos antecesores, que quedan como simples observadores, como
pasivos agentes de los fenómenos, como comparsas en muchos casos al defender
vetustas ideas e hipótesis que, como bien demuestra nuestro autor, no se
sostienen cuando se es exhaustivo, cuando se está vigilante, cuando se le pide
a la realidad algo más que lo visible, cuando se la escruta y no solo se la
contempla desde el cómodo sofá o desde el asiento del coche o desde el otro
lado de la cámara o de la grabadora con cara impasible y actitud vanidosa.
Leyéndole, tenía la sensación de estar ante un gigante, ante un hombre sabio y riguroso
con una misión en la vida y una voz clara con la que comunicar lo aprendido. Bravo,
Caravaca.
Y defiendo y
defenderé este libro aunque soy de los que vienen de la Hipótesis Extraterrestre
(HET), de los que, como aficionado a un cine imaginativo y asimismo un chaval devoto
a los quince años de los cómics de Martin Mystère, me gusta creer en los mitos atlánticos,
las civilizaciones perdidas y los antiguos alienígenas, porque poseen una
suerte de misterio y de aura literaria incomparables, y viendo reportajes,
películas, leyendo sobre misterios tan jugosos es imposible no sentirse imbuido
y fascinado. Defiendo con todas mis fuerzas Distorsión, de José Antonio
Caravaca, aunque aún no soy un completo convencido de su Teoría, aunque me
resisto a abandonar lo físico y lo medio palpable y no soy demasiado jungiano
hoy, porque este libro abre nuevas vías, es una impagable invitación al diálogo
sobre los ovnis y la realidad en la que vivimos y es un intento tan absolutamente
serio y ejemplar que se convierte en el primer libro que sobre temas ufológicos
comento en uno de mis blogs y en el primero sobre el que escribo con convencimiento absoluto y gran satisfacción.
Cuando concluyo la
lectura, intuyo que hay una gran persona detrás de las páginas que he leído y tal
vez por eso plasma una visión al final sobre lo estudiado en la que priman la benevolencia
y una humildad generosa y distinguida, y echo en falta quizá algo de
frustración y rabia, de visión oscura e inquietante, pero esto es culpa de
tanta película con naves voladoras y pistolas de rayos paralizantes y alienígenas
malos, y asumo que es una limitación mía. Estudiar un tema y mostrar unos
resultados, cuando eres honesto y no quieres ser un vendedor de humo, es lo que
tiene; y Caravaca me parece honesto, preciso y fiable, un investigador con una
causa y un propósito y alejado de los catálogos de mentiras que tanto gustan a
muchos otros.
Libro que recomiendo
a iniciados, a despistados, a devoradores de páginas y a mis amigos escritores
realistas, materialistas, con los dos pies en esta realidad que, me temo, solo
es un pálido reflejo.