Javier García Sánchez: La casa de mi padre




   Serafín, último vástago de una familia a la que secularmente se conoció como los Burros, pues su apellido real era Burón y siempre se dijo que tenían el carácter peleón, así como la apostura guerrera, regresa al pueblo de sus antepasados para aislarse y escribir su tesis doctoral. Le acompaña su novia, y habitan la casa que el padre de Serafín logró construir tras toda una vida de trabajo y ahorros.

   Serafín, por lo menos en términos anatómicos, nunca estuvo a la altura de los miembros más celebérrimos de dicha estirpe. Veedor impenitente y tranquilo de cuantos sucesos la vida le depara, es más bien menudo y de débil complexión. Culto y tímido, con un futuro prometedor como científico, pronto se obsesionará con los habitantes del pueblo que, desde época inmemorial, tienen un dicho que constituye la esencia de su ser en el mundo: «La vaca, tudanca / el vino, tinto / la mujer, callada». Y sufrirá un descalabro mayor cuando le anuncien que la nueva autovía que unirá la capital provincial con la capital del Estado pasa justamente por donde se encuentra la casa de su padre.

   Después del tour de force de Robespierre, Javier García Sánchez se sumerge, en ésta su nueva obra, en la España rural para describir con un ácido sentido del humor y un lenguaje literario de gran expresividad y riqueza el choque entre la vida tradicional en el universo cerrado de los valles más recónditos del norte peninsular, y la España del pelotazo, de la construcción sin freno y del expolio de la naturaleza. Minuciosa radiografía del proceso de desintegración de todo un tiempo y un lugar, estamos ante una magnífica novela que, con una sonrisa en los labios, destripa ambos mundos sin piedad, sacando a relucir la lucha por el poder que reina en uno y otro, y la voluntad de sobrevivir aunque ello suponga la aniquilación moral de los demás o la propia.

James Oswald: Causas naturales



   El cuerpo mutilado de una joven es descubierto en una habitación oculta y cerrada. Sus restos, cuidadosamente colocados a modo de macabro ritual, se remontan setenta años atrás. Mientras, la policía escocesa investiga una serie de asesinatos ocurridos en la actualidad. En un mundo

donde se supone que los demonios no existen, el detective Anthony McLean es uno de los pocos que pueden sentir su presencia. McLean, convencido de que sus premoniciones oníricas tienen mucho de verdad, se basará en ellas para resolver el caso.

   «La voz más poderosa de la novela negra actual.» The Sunday Telegraph

   Edita: Planeta 

Elizabeth Bowen: El fragor del día




   Una novela sobre el tiempo, la identidad y la libertad, que explora los lazos de unión entre lo personal y lo político. Un noir que podría haber firmado Graham Greene pero también Virginia Woolf.
   Elizabeth Bowen está considerada una de las mejores escritoras en lengua inglesa del siglo XX y la figura clave que pone en contacto la literatura de Virginia Woolf con la generación de escritoras de ideas de los sesenta y setenta (Murdoch, Spark o Byatt). El fragor del día (1948), inédita en castellano, es quizá una de las más vibrantes novelas sobre el Londres asediado por las bombas y la pobreza durante el Blitz. Novela de personajes, de atmósferas, tremendamente vívida, narra la historia de Stella Rodney, que ha decidido no abandonar Londres cuando todos los demás se han marchado huyendo de una muerte posible. Para Stella, la sensación imperante de catástrofe se vuelve personal cuando descubre que el hombre a quien ama, Robert Kelway, es sospechoso de vender secretos a los alemanes y que el hombre que lo persigue, Harrison, quiere que sea ella quien pague el precio por su silencio. Atrapada entre dos corrientes, Stella ve su mundo derrumbarse.
  
   Edita: Impedimenta

    

Sophie Hannah: Los crímenes del monograma



   Londres, 1929. Hércules Poirot está cenando en el café Pleasant cuando una mujer irrumpe en el local y le confía que alguien está a punto de matarla. Le ruega que no investigue, pues con su muerte, dice, se habrá hecho justicia. Unas horas más tarde, tres personas son asesinadas en un elegante hotel londinense. Poirot no puede evitar involucrarse en el caso, pero, mientras él se esfuerza en ordenar todas las piezas, el asesino se prepara para volver a matar.
   Desde la publicación de su primera obra en 1920, Agatha Christie escribió treinta y tres novelas, dos obras de teatro y más de cincuenta historias breves con el personaje de Hércules Poirot. Ahora, por primera vez, los albaceas de su legado han aprobado la creación una nueva novela protagonizada por el personaje más querido de la Dama del Crimen.
   En manos de Sophie Hannah, autora de varios bestsellers internacionales, Poirot se sumerge en un misterio ambientado en el Londres de los años 20, un puzle diabólicamente inteligente que solo puede ser resuelto por el talento sin par del gran detective belga y su «materia gris».
   «La idea de Sophie para la trama era tan adictiva y su pasión por el trabajo de mi abuela tan fuerte que tuvimos la certeza de que había llegado el momento de escribir una nueva Christie.» Mathew Prichard, director de Agatha Christie Limited y nieto de Agatha Christie.

   Edita: Planeta 
   

Alan Sillitoe: Sábado por la noche y domingo por la mañana




   Auténtico monumento de la literatura obrera inglesa y piedra de toque del movimiento de los Jóvenes Airados británicos,Sábado por la noche y domingo por la mañana fue la novela que lanzó a la fama a Alan Sillitoe.
   Arthur Seaton, su protagonista, es un muchacho de veintidós años, poco amante de los compromisos y que trabaja a destajo de lunes a viernes en una fábrica de bicicletas, en el sombrío Nottingham de los primeros años de la posguerra. Pero Arthur vive con los ojos puestos en el fin de semana. Cada sábado por la noche bebe hasta caerse redondo en el pub, se mete en todas las peleas que encuentra y trata de llevarse a la cama a las esposas de sus compañeros de trabajo. Sin embargo, pronto descubrirá que lo que cree que le hace libre constituye en realidad una cárcel, y que su existencia de rebelde tiene un lado oscuro cuyo rigor le es difícil imaginar.
   Traducción de Mercedes Cebrián.
  


    Edita: Impedimenta

Edward Abbey: El vaquero indomable


   


   Nuevo México, alrededor de 1955. Jack Burns es un tipo solitario que rechaza la civilización moderna. Rebelde, fuera de su tiempo, indocumentado, hace vida de vaquero, ya al raso ya a lomos de una tozuda yegua por el nuevo Oeste, una hermosa tierra asfixiada por grandes urbes, promociones inmobiliarias, pistas de aterrizaje, autopistas y suburbios. 


    Aunque no siempre fue así, desde hace tiempo Burns ha decidido vivir según sus propias normas, tan arcaicas como subversivas para este nuevo orden regido por la polución y la burocracia. Y ahora galopa hacia la ciudad para sacar de un apuro a su viejo amigo Paul Bondi, un profesor de filosofía y escritor, antiguo camarada de correrías libertarias, que se encuentra encarcelado por desobediencia civil e insumisión. Sabe que puede pasarse de la raya, pero también que él es un tipo escurridizo para los supuestos guardianes de la ley y el orden.


     The Brave Cowboy, publicada en 1956, y con esta edición por primera vez en español, es la segunda novela de Edward Abbey, el autor de La Banda de la Tenaza. Subtitulada "Un vieja historia para un tiempo nuevo", esta narración, llena de acción y reflexión, funciona como una alegoría de nuestros tiempos, mediante un héroe atípico, un quijotesco "cowboy anarquista" cuya apuesta por la vitalidad y la autosuficiencia pone en evidencia muchas de las convenciones y contradicciones de la sociedad moderna. En 1962 esta novela fue adaptada al cine con el largometraje Lonely are the brave, producido y protagonizado por Kirk Douglas, que lo considera su mejor trabajo, y con guión de Dalton Trumbo.


   Edita: Berenice